Sin llamar al boicot, ya que evidentemente no está a nuestro alcance, conviene afirmar que el consumidor se enfrenta a un punto de inflexión decisivo: el de sacudir sus hábitos comerciales.
Pero, ¿cómo alimentar el deseo anual que despierta en nosotros la llegada de las rebajas, ese deseo irresistible de refrescar nuestro armario? Camille, directora de medios de comunicación de soluciones en un gran grupo mediático, no piensa perderse las rebajas.
Se congratula del atractivo de este periodo para las carteras de muchos franceses, pero subraya la importancia de la selección. «Las rebajas son una buena oportunidad para cambiar nuestros malos hábitos. Cuando era más joven, corría a Zara y otras tiendas para comprar la única prenda que faltaba en mi armario, que acababa poniéndome apenas más de una vez porque era un capricho… Con rebajas o sin ellas, hoy soy mucho más selectiva con lo que compro, sobre todo acudiendo a marcas más responsables, que me corresponden un poco más y sobre todo más a los tiempos.» Paloma Wool y Amlul en España, Peachyden en Londres, Wear Marcia en París… «Voy a intentar comprar piezas que me apetecen desde hace tiempo, hechas de forma responsable si no en Francia al menos en Europa». En la misma línea, el cocreador de Resap explica: «Hoy en día es inadecuado ir a las rebajas sin hacer preguntas cuando sabemos todo lo que sabemos. Podemos perfeccionar nuestro estilo acudiendo a tiendas de segunda mano, comprando de segunda mano y utilizando nuestra creatividad… En Resap, teniendo esto en cuenta, hemos decidido poner a la venta «kits de upcycling» para animar a los compradores a iniciarse.
En una sociedad intransigente en la que se exige total transparencia y coherencia en nuestras actuaciones, puede estar tranquilo. Nadie te culpará por querer comprar en las rebajas y reponer tus armarios siempre y cuando tus compras resuenen dentro de ti, y para ti, como compras justas y necesarias.